domingo, 25 de abril de 2010

Análisis: New Super Mario Bros. Wii


Estaba yo esta tarde echando unas pequeñas partidas al juego que hoy nos atañe, y sentí las ganas de dedicarle un pequeño texto-análisis, a pesar de que ya ha llovido un poco desde que el juego saliera a la venta allá a finales de año.
No deja de ser sorprendente y al mismo tiempo irónico, que en un mundo videojueguil actual en el que (salvando Nintendo principalmente) se tiene por objetivo prioritario ofrecer el mayor despliegue de medios posible al jugador, esto es, gráficos ultra-realistas, sonido envolvente, historias elaboradas, haya sido un éxito tan arrollador de ventas un juego que es el arquetipo de juego directo y sencillo que tanto furor causaba allá en los 80 y 90.


Yo, que como tanta otra gente crecí durante los 90 jugando a los legendarios Super Marios (en mi caso vía el cartucho Super Mario All-Stars de Snes), sentí una gran curiosidad cuando este juego fue lanzado al mercado, pero al mismo tiempo guardaba un cierto escepticismo, debido principalmente al New Super Mario de la NDS, el cual, si bien estaba muy lejos de ser un mal juego, su escasa dificultad y desafío propició que no consiguiera engancharme. Pero como una especie de oda a mis tiempos mozos, decidí agenciarme este juego para Wii, y bueno, el resultado muy distinto.
Una brutal sensación de nostalgia invadió mi cuerpo cuando llevaba atravesado 3 niveles del juego. Volví a sentirme durante un breve período de tiempo, aquel niño travieso chiquitujo que aporreaba el sufrido mando de la SNES intentando completar el espectacular pero increíblemente cruel Super Mario Bros, el cual hoy día podría completarlo sin problema, pero en aquella época era todo un logro.


Una sonrisa invadía mi cara de tez pálida, una marea de recuerdos de una infancia, que seguramente fue un tiempo mejor que el actual, vino hacia mí con una fuerza desmedida, mientras seguía completando niveles. El juego contiene tantos guiños a los juegos clásicos que se hace hasta abrumador, lo cual no lo veo en absoluto malo, le proporciona ese sabor añejo que tanto nos gusta a aquellas personas que se nutren en mayor o menor medida de la nostalgia. Y, al contrario que el juego de NDS, la dificultad está muy bien conseguida, al punto de que llega a ser un juego muy difícil en ciertas fases.


No estoy aquí para analizar las virtudes técnicas y jugabilísticas del producto, cosa que ya han hecho miles de webs antes que yo, aunque diré muy de pasada que el cooperativo es brutalmente divertido, y que en general todas las novedadas introducidas (nuevos powerups, etc) son un acierto. Mi intención hoy es recomendar y sugerir muy fuertemente a todos aquellos que, como yo, crecieron durante su tierna infancia disfrutando de este juego, que lo compren sin duda, como ya han hecho millones de personas, porque hace que vuelvas a sentirte un chavalín mocoso mientras lo juegas, y eso es algo que muy pocos juegos pueden hacer, no sólo divertir, sino divertir, y hacer que apagues la consola sonriendo y mejorando un día que puede que hasta el momento hubiera sido horrible.


NOTA: 9,5 / 10

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